Wednesday, November 10, 2010

No se puede ganar 1

Este no pretende ser un discurso derrotista. Más bien espero exponerles por qué YO no puedo ganar. Y créanme que lo he intentado.

En días como éste, en los que prefiero concentrarme en los sonidos de mi respiración para no recordar, desconfío profundamente de mi mente y dependo indefectiblemente de mi instinto. Esa voz que me habla en señas cuando cierro mis ojos, y acaricia mis miedos apenas haciéndose sentir. Observar, analizar, interpretar, razonar, y expresar... adquieren matices perversos en mi mente y así se vuelven ensombrecer, reducir, deformar, tergiversar y despreciar. Sólo mi instinto consigue evadir mi mente, llevarme a través de la duda y dejarme donde debo estar.

Por ahí dicen que la vida te lleva por donde te tiene que llevar. Pero mi mente conspira y me tienta con odios absurdos, ideas alienantes, creaciones incomprensibles. Es cuando trato mi capacidad para pensar como un acto automático, cuando no verbalizo mis ideas sino que más bien las trato como una pulsación mental, y luego actuó al tiempo que éstas laten, para crear más por instinto más que por inspiración y necesidad. Pero el orgullo me devuelve a pensar.

Para que me entiendan lo obtuso que me resulta tratar la ideas como procesos delicados: traten de caminar o andar en bicicleta pensando cada paso que dan en el pavimento o el pedal. Luego me cuentan cuantos raspones se hicieron antes de siquiera dar una vuelta a la manzana.

En mi trabajo, con mis amigos, con mi familia, con mi mujer...la trampa de pensarlo todo demasiado me ha vencido, me ha cansado me ha anulado. Así, tras cruzar el umbral al que todos estamos obligados cuando la tierra completa una traslación, a mí me toca tratar mi mente como una hoja en blanco. Como esas que han sido recicladas tantas veces que parecen deshacerse con una mirada.

Así que, a pensar menos. Porque mi mente no me está ayudando en esto. ¿Y sin pensar, cómo se puede ganar? En otra oportunidad les explico....

No comments: