Monday, November 08, 2010

9 de noviembre: un año más cerca de la muerte.

Es noviembre pero aún sigo atrapado entre agosto y septiembre.
La tierra ha girado todo lo que le ha dado la gana,
junto con la gente que le ha querido seguir el juego,
pero yo sigo emocionalmente atrás.


Hace unos meses perdí la inocencia sobre aquellas dos cosas que pensé
me harían feliz toda la vida: mis juegos y mi mujer.
Mi mujer me abandonó,
físicamente una semana,
y emocionalmente unos meses.
Durante ese tiempo ningún juego pudo levantarme.
Y ahora que mi vida ha vuelto a su cauce normal,
siento que no tengo un refugio incondicional.
La presencia de mi mujer depende de mi actitud y entrega hacia ella.
Natural pero no incondicional.
La felicidad que me aportan mis juegos depende del balance que tenga mi vida.
Razonable pero no incondicional.


A mis casi 30 años
corro el riesgo de quedarme por 2da vez sin un hogar físico.
Y esto después de que ya perdí mi refugio espiritual.
Ese lugar a donde puedo huir sin importar cuán ruín o destruido esté.
Soy un ente casi sin domicilio
y totalmente sin razones fuertes para seguir,
mas que por la costumbre de hacerlo todo como siempre.
¿Donde está el gran sueño y la seguridad para hallarlo cada noche?
En ninguna parte.
Ni siquiera cuando duemo, porque ni ahí sueño.


Como que no tengo muchas razones para celebrar mi cumpleaños, ¿neh?

No comments: