Tuesday, December 28, 2010

Om

Todo sigue un ritmo.
El "om" meditativo de los budistas.
Los latidos del corazón.
El vaivén de las olas.
El correr de las horas.

Es una sinfonía que existe estemos o no para escucharla. Poder estudiarla es posible. Pretender cambiarla es improbable.

Nos cierra, nos somete, nos limita. Y aunque a ratos no seamos más que esclavos frente a ella, podemos guiarnos en ella y llevar una vida donde sentirnos menos perdidos.

Puedes escuchar este ritmo.
En la conciencia que te acosa por lastimar a quién amas.
En la adrenalina que te grita cuando crees no poder más.
En el orgasmo, sincero amanecer de tus sentidos.

No somos libres. Pero al menos nunca estamos solos. Somos tan víctimas y esclavos del eterno estremecer sonoro, de la singuralidad, de la más grande densidad en la que año a año se ahoga la humanidad.

A veces existir es demasiado pesado como para poder escribir con claridad.

Monday, December 13, 2010

Reversión

En algún lado leí que el estado natural de las cosas es volver a hacer lo que alguna vez abandonaron. A esto se lo conoce oficialmente como reversión. Así, quién ha dejado de fumar, nunca dejará del todo ese deseo. Si te resentiste y "terminaste" con un amigo, es probable que lo vuelvas aceptar. Y yo me pregunto si lo mismo pasará con la infidelidad.

Yo he sido infiel. Normalmente pongo los cachos cuando el amor y la buena voluntad se me acabó hacia la persona con la que estoy. No le he sido infiel a mi esposa, pero estoy en un punto en el que no estoy muy lejos de esta reversión. Le fui infiel a Gia con una chica que trabajaba en mi casa. Le fui infiel a Natalia con Maribel. Y aunque Diana me fue infiel con el corazón, me propone desquitarme con ella libre de represalias y culpa. Pero no. Si llegamos a eso, prefiero abandonarla de golpe en lugar de hacerlo en traumatizantes cuotas mensuales.


En mi mente recorro constantemente lo que podría ser. Me pienso con Diana en una nueva casa, con su mamá, los dos felices y sin más problemas que que querernos y superarnos profesionalmente. Y luego me acuerdo que con la mujer con la que estoy ahora ya no tiene la confianza absoluta que me tenía al principio. Y entonces ya no quiero tener nada con ella. Ni siquiera la obligación de pensarla.
Y ahí empiezo a recorrer el otro camino.
Me imagino el 15 de enero del 2011, con todas mis promesas y deudas saldadas con ella. Con mi propia cuenta de ahorros donde ya tengo los $600 para el divorcio y una cantidad interesante de fondos para subsistir y gozarme el tiempo que me tome olvidarla. De hecho la semana anterior hice el trío que hace tanto tiempo quería. Por una vez me resulta bastante liberador poder recordar el sexo sin el peso del embarazo o la traición, y evocar ciertos instantes como mantras que me relajan. Y lo mejor: la puta no te traiciona porque los dos no se mienten diciendo que el compromiso va más allá del palo. Y aunque se vale repetir, no tienes porque cargar con su vida...sólo con el peso del cuerpo o de su culo según la posición. Al final no conseguí el depatarmento/suite en la zona norte como quería, pero tampoco tengo mucho de qué preocuparme. Casi todas mis cosas las dejé donde mi viejos y lo verdaderamente esencial lo cargo en un mochila y en un maletín. No confío mucho en el casero, así que procuro no dejar nada más que una que otra muda de ropa en los cajones y algún libro desperdiga por ahí. Ja, recuerdo la tarde en la que, regresando de Capo en bus, vi a través de la ventana una paloma deshecha por las llantas de un carro, muerta por lo que menos esperaba. Recuerdo lo identificado que me sentí, y como a mí también me mató lo que menos esperaba. Pero ya no estoy obligado a pensar en eso.

Así pienso esto dos caminos. El escape está más desglosado que la estadía, porque en esa ruta no hay nada a la vista que me pueda decepcionar. No hay quién traicione mi confianza. No hay espacio para sean deshonesto conmigos. Ni hay crisis ni apuro que enfrentar. No hay nada más que lo a mí me pueda importar.

Durante 4 años intenté estar con Diana. Renegué mi futuro mezquino, pensando en todo lo que ella podía ser para mí. Y ahora de eso no queda nada más que la desconfianza que cada día me come más.

No puedo estar con quién no puedo confiar y apoyarme absolutamente.

Sunday, December 12, 2010

¿Qué eres tú para mí?

Hoy me dijiste "Tú eres mi refugio".
Me abrazaste como hace años no lo hacías.
Y mientras pensé lo que tú dejaste de ser para mí.

Tú no eres el centro de mi vida.
Renegaste mi entrega, atenciones y obsesiones.
Mataste la única garantía que tenía de no volver a herirte.

Tú no eres mi inspiración.
Te desentendiste de todo el arte e ideas que sembrabas en mí.
Te abriste hasta reducir mi ánimo a lágrimas.

Tú no eres mi tranquilidad.
Te distancias cuando me frustro o amargo.
Y luego yo te pago con la misma moneda.

Tu no eres mi guía.
Te cuesta entenderme y sacarme de lo que siento.
Y me hundo mientras me acusas de necio.

Tú no eres la persona que necesito.
No puedes sacrificarte como yo lo he hecho.
Y así es muy probable que volvamos a herirnos.

¿Qué eres tú para mí?
¿Qué quieres ser tú para mí?

Cuando volviste de Quito.
Y en los meses siguientes.
Yo tenía claro lo que debía ser y hacer para ti.
Principalmente buscaba no volver a herirte.
Y tú destruiste la paz que te ofrecí.
Renegaste mi nueva sensibildad.
E insistes en actuar como si nada.

Cuando volviste de Quito.
A duras penas y sabías lo que debias hacer por los dos.
Incluso ahora dudas y me preguntas cómo proceder.
No reflexionas y sigues como si nada.

Estoy en un punto en el que no puedo garantizarte nada.
Allí estoy porque allí me has puesto.

Estoy en un punto en el que a duras penas creo y confío en ti.
Tu deslealtad, inconformidad y secretismo allí me ha puesto.

Estoy cansado.
Sigo haciendo cosas por ti.
Más por inercia que por convicción.
Ya no creo que seas la mujer por la cuál vivir o desvivirme.
Tu incapacidad de hacer lo que necesito allí me ha puesto.

Y al final, ¿qué soy para ti?
Un par de promesas que estoy próximo a cumplirte.
Y luego otra ausencia más con la que tendrás que lidiar.

Cuídate.

Wednesday, December 08, 2010

Estación

Estoy en una estación de trenes. Al principio o al final de un viaje, pero también en ninguna parte. Las estaciones son puntos de paso, lugares donde nadie busca quedarse pero al que lastimosamente todos estamos obligados si queremos llegar o evadir algo. Y yo me hallo aquí empujado por la inercia de haber gastado todas las posibidades de la ciudad de la que ahora parto.

La ansiedad cosquillea como un coro de moscas sobre mi pecho. La sensación usurpa mi percepción. La estación se transforma. Los trenes se liberan y su ruido se vuelve aún más circudante. El viento de sus ruedas peina y arranca mis cabellos. La urgencia de sus vagones desdobla el cuello de mi camisa. El calor de sus máquinas empaña mis lentes. Estoy en el centro de una red de rieles donde el metal traquetea con un tamborileo monótono y los vagones pasan a mis lados, debajo y encima mío. A pesar de la insistencia de los trenes, sigo sin decidir mi destino.

Pero esta bulla es preferible a los murmullos que tu desleal distancia me dejaron y ahora susurran:

Me amas...pero no como necesito.
Te tengo...pero con secretos.
Me piensas...pero no me necesitas.

Un tren se detiene. Lo abordo esperando que al menos me aleje. Me harté de la decepción conocida y me acojo a la incertidumbre que se me brinda.

Friday, December 03, 2010

Sweet Lullaby for the Desert of the Mind

http://www.youtube.com/watch?v=0gDqWqjm6JQ&feature=related

Aquí el agua que se ha secado hasta volverse arena.
La dificultad que nos abre las puertas a la memoria genética.
Donde al mismo tiempo eres tú mismo muchas veces.
En tu piel y en tu sangre la verdad
y la vida de los que han sido antes que tú.
En tus pasos su camino y su cansancio.
En tu vida el cambio o el eterno retorno.

Gira tu mirada hacia tu interior.
No es el reloj sino lo que percibes lo que define el tiempo.
Que tu existencia y los ritmos de tu cuerpo
aprendan el canto de los murmullos del viento
y de la cadencia del agua.
Calla y siente la simetría del Universo,
cómo todo se opone y complementa
para armar una única sinfonía.

Escucha, fluye vivo y respira.

Que la vida te lleva por dónde te tiene que llevar.